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lunes, 12 de septiembre de 2016

Virus Zika. ¿Alarma excesiva o riesgo real?

El virus Zika (VZika), arbovirus de la familia Flaviviridae, fue aislado por primera vez en monos Rhesus en el bosquede Zika (Uganda) en 1947. Hasta finales del siglo pasado era considerado como un patógeno zoonótico, con un ciclo selvático donde el huésped principal eran los primates no humanos y su vector losmosquitos locales del género Aedes, considerándose al serhumano como un huésped ocasional en países africanos yasiáticos.En 2007 se declaró el primer brote de enfermedad porVZika fuera de África-Asia, en la isla de Yap (Micronesia). No se detectó el caso índice, pero se postuló que el virus podría haber llegado a través de un mosquito infectado opor un humano asintomático en fase de viremia. Entre 2013 y 2014 se declaró un brote en la Polinesia Francesa, donde tampoco se pudo establecer el origen delcontagio, y de allí se extendió a otras islas del PacíficoSur. Se diagnosticaron casos importados en viajeros de la región del Pacífico, en Noruega, Alemania, Australia, Francia, Canadá, Italia y Japón. En mayo de 2015,  Brasil confirmó la transmisión autóctona del virus en el nordeste del país. Rápidamente se extendió por todo su territorio, y desde entonces numerosos países de Caribe, Centro y Sudamérica han notificado la presencia del VZika. Se ha sugerido la introducción del virus en Brasil con el Campeonato Mundial de Va’a Sprint (agosto de 2014),en el que competían islas del Pacífico sur. La distribución del VZika por los diferentes países a lo largo de la historia (1947-2016) se detalla en la figura 1. La enfermedad por el VZika presenta un 75-80% de casos asintomáticos. Cuando presenta clínica, en generallos síntomas son leves, inespecíficos y autolimitados, duran pocos días y se caracterizan por fiebre, conjuntivitis, artralgias o artritis transitorias y una erupción maculopapular que suele iniciarse en la cara y extenderse por todo elcuerpo. Las posibles complicaciones graves comprenden: mayor riesgo de microcefalias y malformaciones fetales asociadasa la infección durante el embarazo y afectaciones neurológicas y/o autoinmunes como el síndrome de Guillain-Barré. Por ello, el 1 de febrero de 2016 la Directora Generalde la OMS declaró que la enfermedad por el VZika constituye una emergencia de salud pública de importancia internacional. La transmisión del virus se produce a través de la picaduradel mosquito vector, por relaciones sexuales, transfusionesde sangre y perinatalmente. La infección por el VZika se considera una enfermedad emergente, con el potencial de extenderse a nuevas áreas en las que está presente su vector. Es conocido que numerosas especies de mosquitos del género Aedes pueden actuar como vectores del virus,aunque la especie más implicada es Aedes aegypti (que también actúa de vector de los virus dengue, chikungunya y fiebre amarilla). En Europa se ha notificado actualmentela presencia de Aedes aegypti en Madeira, Países Bajos y la costa nororiental del mar Negro (sur de Rusia y Georgia). La especie de mosquito Aedes albopictus o mosquito tigre(considerada la especie de mosquito más invasiva) se confirmó como transmisora de virus Zika en Gabón durante unbrote en 2007. En Europa, hasta la fecha no hay evidencia de su transmisión por vectores, pero Aedes albopictus está distribuido poruna gran parte de su territorio. Concretamente en España, se encuentra en todo el litoral mediterráneo, áreas del País Vasco y Aragón.En nuestra área geográfica, con millones de personas noinmunes al VZika, con Aedes albopictus establecido, con un gran tránsito de viajeros a zonas epidémicas y con los efectosdel cambio climático, se dan las condiciones para que puedaproducirse un brote epidémico.La vigilancia epidemiológica adquiere una importancia capital para detectar casos importados de enfermedad porVZika o por otras arbovirosis y requiere la colaboración multidisciplinar, donde epidemiólogos, microbiólogos,entomólogos, clínicos asistenciales y otros profesionales dela salud trabajemos coordinadamente y con los recursosnecesarios para la investigación, la asistencia y la capacidad de reacción ante nuevas situaciones. Los médicos de familia, como clínicos que trabajamos enel primer nivel asistencial, debemos asumir los siguientes retos:
- Formación continuada y actualizada que permita la sospecha clínica ante un caso compatible con arbovirosis, su declaración con prontitud, el correcto manejo clínico yel seguimiento de sus posibles complicaciones (será fundamental acceder a las pruebas de laboratorio para eldiagnóstico rápido).
- Trabajar coordinadamente con centros especializados y servicios de vigilancia epidemiológica de referencia.
- Ofrecer educación sanitaria y medioambiental a la población: consejo para evitar las picaduras de mosquito, reforzar las actividades preventivas en viajeros a zonasepidémicas, colaborar con los programas de control vectorial (vigilancia entomológica).
La experiencia nos dice que es imposible predecir futuras epidemias e infecciones, pero sí nos ayuda a ser cautos y a estar preparados para combatirlas.











ENLACES:
Virus Zika. ¿Alarma excesiva o riesgo real?

El virus Zika una revisión de literatura 

Infección por el virus Zika o el futuro de las enfermedades infecciosas

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